domingo, 11 de diciembre de 2016

Macri cumple un año con la economía en caída y respaldos en retirada

El balance se pintó de negativo en el final de 2016. El Presidente no le encontró la vuelta a la recuperación, y varias medidas impopulares minaron sus apoyos.

El gobierno de Mauricio Macri cumple hoy su primer año de gestión, marcado por una fuerte caída de la economía y una difícil búsqueda del equilibrio ante un Congreso de la Nación y un frente a gobernadores de diferente color político, lo que consiguió sólo a veces, además de realizar un giro total en su política exterior.
La administración de Cambiemos logró una tarea que hasta días antes de la asunción de Macri muchos veían imposible: levantó el cepo cambiario en una semana, retomó las negociaciones con los holdouts y le puso fin al default en tiempo récord. 
Pero, sobre el final del año, se topó con una cerrada oposición peronista que, con el apoyo de otros bloques antimacristas, logró archivar el proyecto de reforma política y rechazó, para aprobar un proyecto propio, el texto oficial sobre modificación del Impuesto a las Ganancias.
La herencia kirchnerista fue el argumento por demás usado por el Presidente y el gabinete nacional, para desligarse de decisiones polémicas como el tarifazo y su marcha atrás, o los despidos en el Estado.

Respecto de su política exterior, la actitud de la Casa Rosada fue descongelar la relación bilateral con Estados Unidos, alejarse de Venezuela y buscar sellar nuevos acuerdos comerciales.
La necesidad de restablecer vínculos con los organismos financieros internacionales y con los países del Primer Mundo, en tren de conseguir las preciadas inversiones, llevaron a Macri a recomponer la relación con el FMI y acercarse a Estados Unidos, la Unión Europea, Japón, China, Rusia y los países árabes.
En materia judicial, un año no parecen sólo doce meses: mientras Cristina Fernández y sus funcionarios lidian con sus males en Tribunales, Macri sufre sus propios pesares, con una causa abierta por las empresas off shore de su padre, una vicepresidenta imputada y una aliada clave (Elisa Carrió) que fogonea denuncias contra sus funcionarios y amigos.
Lo cierto es que Cambiemos logró cumplir su primer año en el poder con algunos altibajos, consecuencia del escaso camino recorrido en conjunto previo al triunfo de Macri, y ya comienza a trazar los primeros objetivos de cara al desafío electoral de 2017.
Por su parte, el peronismo procesó la derrota electoral de la peor manera, volviéndose incapaz de encontrar una síntesis para desandar el revés en las urnas.
Además, fue desintegrándose y abrió su propia "grieta" entre pejotistas y kirchneristas, en un debate que necesita saldar cuanto antes si aspira a una actuación decorosa para 2017.
La agudización de la crisis social con la llegada del fin del año y el supuesto incumplimiento a gobernadores peronistas, que adelanta el inicio de un 2017 electoral, hizo que en el último mes Macri viera naufragar algunos de sus deseos y que a futuro tenga un panorama complejo en materia legislativa. 

Fuente: El Diario de la Republica